Para trabajar la lectoescritura es necesario realizar algunos juegos mímicos de agarrar, soltar, golpear, acariciar, desatar, entre otros. Juegos en los que con el índice se hace rodar sobre el pulgar una bolita hecha de plastilina.
Juegos de sombra, utilizando la mano y dedos para representar animales u otros. Exprimir esponjas.
Todos estos ejercicios nos ayudan a preparar nuestras manos para la escritura. Jugaremos con diferentes materiales y con diversas actividades previas al trazo, trabajando así aspectos tales como, FUERZA, PRENSIÓN, PINZA, DIRECCIONALIDAD, ETc.
Trabajaremos la pinza, tan necesaria en nuestro proceso escritor, con las ranas saltarinas, con las que hacemos divertidas carreras, presiona las colas de este juguete de rana saltadora y observa cómo saltan en el aire
las pinzas de colores con los que intentamos pescar todo aquello que se nos pone por delante, a la vez que desarrollamos destrezas motoras finas. Los puzzles de motricidad fina con los que construimos diferentes dibujos, entre ellos letras. mejorará la destreza de las manos, puede inspirar la imaginación de los niños y promover su desarrollo físico e intelectual, el reconocimiento de colores y las habilidades motoras finas mientras atrae las mentes pequeñas. También utilizaremos un divertido juego de palos de colores que tenemos que introducir en los agujeros de un bote de metal, el objetivo es pasar el palo de un lado a otro intentando hacer estructuras que sujeten nuestras bolas de colores.